octubre 18, 2021

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Contracorriente... hacia la libertad

Tres defensores de la conciencia y de la verdad

Algunos de los libros de don Mariano Fazio están dedicados a un país y a una literatura en concreto, como Gran Bretaña, Rusia, España o Italia. En el caso de Contracorriente… Hacia la libertad (Epalsa, El buey mudo), los protagonistas son tres grandes escritores ingleses de todos los tiempos, dos de ellos canonizados y otro tenido en gran estima en la Iglesia católica.

Los protagonistas del nuevo libro de Don Mariano Fazio

Vivieron en épocas diferentes, las del Renacimiento, la Inglaterra victoriana y el primer tercio del siglo XX. Todos ellos se caracterizaron por su sentido del humor, paralelo a una vida en la que la búsqueda de la verdad era al mismo tiempo una mirada al interior de sus conciencias.

Desentonaron con algunas actitudes de su tiempo, con tendencias influyentes en el poder político y la sociedad, pero no les importó demasiado su prestigio si solo podía lograrse a costa de su conciencia. Creían, en definitiva, en la libertad de sus conciencias, algo demasiado importante como para abrazar modas efímeras.

Se trata de Tomás Moro, John Henry Newman y Gilbert Keith Chesterton, tres de las personalidades más importante de la historia de Inglaterra. País que, por conveniencias de la razón de estado, dio la espalda al catolicismo, pero que tiene en estos tres católicos a algunos de sus hijos más ilustres, que siguen siendo ejemplos para distintas generaciones.

Son amigos para todas las horas

Tal y como afirmaba Erasmo de Tomás Moro. En sus escritos se encuentran abundante inspiración, reflexión y guía para el camino de la vida, no tanto para la de los ambiciosos sino para la de aquellos que se hacen grandes a fuerza de ser pequeños, es decir humildes.

Son ejemplos para el hombre común, que no siempre es el común de los mortales. La verdadera sabiduría se adquiere cuando se dejan de lado las ficciones con las que se pretende construir la propia vida y uno se abraza al principio de realidad. Bien lo supieron hacer estos tres ingleses que protagonizan el nuevo libro de don Mariano Fazio.

El autor de este nuevo libro, Mariano Fazio, Buenos Aires, Argentina (25 de abril de 1960). Sacerdote, historiador y escritor. Licenciado en Historia y doctor en Filosofía. Recibió la ordenación sacerdotal en 1991, a manos de san Juan Pablo II. Fue rector de la Pontificia Universidad de la Santa Cruz en Roma entre 2002 y 2008. Ha sido Vicario del Opus Dei en Argentina, Paraguay y Bolivia y, desde 2014 hasta mayo de 2019, fue Vicario General de la misma Prelatura. Actualmente es Vicario Auxiliar del Opus Dei.

Tomás Moro en el libro de Don Mariano Fazio

Es presentado en esta obra como un ejemplo de inteligencia escrutadora y determinación, según aparece en un retrato de Hans Holbein el Joven. Como creyente, confía plenamente en los designios de Dios. Es hombre piadoso, aunque no de ánimo encogido, pues practica la libertad, conforme a su conciencia, y su fe es el fundamento de su alegría.

Todas estas cualidades hacen de él un hombre nacido para la amistad y un leal servidor de su rey, Enrique VIII, que le otorga su confianza con tareas de responsabilidad. Moro dará al monarca mucho más de lo que él recibe, pero no le podrá entregar, como hicieron otros servidores públicos, la inalienable dignidad de su conciencia, «el núcleo más secreto y el sagrario del hombre, en el que está solo con Dios, cuya voz resuena en lo más íntimo de ella” (Gaudium et Spes, 16).

John Henry Newman en el libro de Don Mariano Fazio

Es un apasionado buscador de la verdad. Clérigo anglicano en Oxford, desarrolla una profundad espiritualidad que no era frecuente en la religión oficial inglesa, si bien está ligada al movimiento de Oxford, una corriente de renovación que salía al paso del relativismo en que estaba cayendo la fe anglicana.

Se deslizaba hacia un camino del que solo se podría concluir en el que se negaría la existencia de la verdad, pues todo el mundo se creería con el derecho de poder tomar y dejar opciones a voluntad.

Newman es también un humanista cristiano, un seguidor del carisma de san Felipe Neri en el Oratorio, que él introdujo en Inglaterra al abrazar el catolicismo. La suya no es una religión devocional, dominada por una mentalidad clerical, como la de otros católicos de su tiempo. Fomenta la existencia de una universidad, en la que el calificativo de “católica” no se reduzca una mera etiqueta. Se resistió a una forma de entender el cristianismo, que no ha terminado de desaparecer, en la que para ser religioso hay que ser ignorante, y en la que, para ser intelectual, no se puede ser creyente.

A mediados del siglo XIX, Newman tenía el atrevimiento de aspirar a que los intelectuales laicos fueran religiosos y que los eclesiásticos devotos fueran intelectuales.

Gilbert Keith Chesterton en el libro de Don Mariano FazioÉl es, sobre todo, un periodista, un aficionado a los debates en los que practica la esgrima de las paradojas. Se siente a gusto entre ideas contrarias, que para él no son siempre incompatibles. La paradoja no niega la razón porque es un ejercicio de libertad. La razón, para este escritor que llega paulatinamente al catolicismo, no puede concebirse sin la libertad. Lo contrario sería admitir el determinismo o mecanicismo que él detestó toda su vida.

Sin embargo, pudo comprobar que el siglo XX, en el que desarrolló una gran productividad literaria, se había ido alejando de la razón, pese a que algunos creyeran que lo que se estaba desvaneciendo era la religión.

Chesterton se da cuenta de que su tiempo, y el nuestro, no vive tanto una crisis de fe como de cultura, en la que las personas han ido perdiendo su confianza en la razón. Sin embargo, algunas ideologías se presentan como salvadoras y despliegan un cierto atractivo, pero Chesterton reconoce que son ideas cristianas, que se han vuelto locas.

Es, como dice don Mariano Fazio, el escritor del asombro agradecido, alguien con una extraordinaria humanidad y un gran sentido del humor, capaz de comprender mejor a sus semejantes que todos los apóstoles de la lógica deductiva, al igual que uno de sus inolvidables personajes, el padre Brown, el gran detective del alma humana.

Antonio R. Rubio Plo
Licenciado en Historia y en Derecho
Escritor y analista internacional
@blogculturayfe / @arubioplo

16 junio, 2021

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