La religiosa es conocida por sus sacrificios y servicios por los sacerdotes. Monseñor Olivera, en su viaje a Roma, entregó la documentación de la etapa de consulta de testimonios en San Miguel. En su viaje a Roma, el obispo castrense, monseñor Santiago Olivera, en su calidad de delegado de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), el lunes 7 de febrero entregó al Tribunal Ordinario de la diócesis de Roma una consulta de testimonios de la causa de canonización de la hermana Bernardita Sesso. Bernardita Sesso: “Madre de los sacerdotes” La Sierva de Dios, nació en Montella (Italia) el 15 de octubre de 1918. Deseosa de consagrarse totalmente al Señor, en 1935 comenzó el período de postulante en Roma. El 19 de marzo de 1938, en la capilla de San Giuseppe en Roma, hizo sus primeros votos religiosos en la Congregación de las Hermanas Pobres Bonaerenses de San José. Fue para todas las hermanas un ejemplo de humildad, piedad, laboriosidad, bondad y abandono a la Divina Providencia. Ha servido en varias comunidades, incluyendo Buenos Aires y Virginia (Estados Unidos). La mayor parte de su vida consagrada la vivió silenciosa y humildemente, desde el oficio de cocinera, en los distintos seminarios. Desde ese humilde y oculto lugar, ofreció su vida, hecha trabajo, ofrenda y oración. Tuvo un amor especial por los sacerdotes desde niña, rezaba y se sacrificaba de forma extraordinaria por ellos y por los seminaristas. Por tal motivo, se la conoce también como “madre de los sacerdotes”. |