Nos llevarán por las piezas más afamadas de Mozart, Lehar y Strauss:
Cosi fan tutte, La Viuda alegre, El murciélago, El país de las sonrisas, La clemencia de Tito, Las bodas de Fígaro y otras.

Nos enorgullece presentar a cinco destacados artistas de la escena nacional e internacional, ganadores de distintas ediciones del “Concurso Alejandro Cordero”:
Constanza Díaz Falú, Florencia Burgadt, María Florencia Machado, Fermín Prieto y Sebastían Angulegui, quienes nos deleitarán con sus magníficas voces y sus dotes histriónicas en la representación escénica.

El director de orquesta será el Maestro Javier Mas.
La orquesta (35 músicos) está formada por instrumentistas pertenecientes a la Orquesta Estable del Teatro Colón, Orquesta Filarmónica de Buenos Aires, Orquesta Sinfónica Nacional, Orquesta Estable del Tearo Argentino y Orquesta de Cámara del Congreso de la Nación.

Más Info

De la catequesis del Papa Francisco en la Audiencia del 1/5/2019.
Queridos hermanos y hermanas:
Hoy reflexionamos sobre la penúltima invocación de la oración del padrenuestro que dice: «No nos dejes caer en la tentación». Esta petición se encuentra en el centro del drama entre nuestra libertad y las insidias del maligno.
Es una frase difícil de traducir en las lenguas modernas, pero está claro que Dios no es el que nos tienta, como si Él fuera el que busca hacernos caer en el momento de la prueba. De hecho, Jesús nos revela que Dios se pone junto a nosotros en la lucha contra el mal y, por eso, nos enseña a pedirle que nos ayude a evitarlo y a superarlo.
También Jesús vivió momentos de prueba y tentación, pero supo vencerlos; se impuso al demonio durante las tentaciones en el desierto, y cuando experimentó la desolación más absoluta en el huerto de Getsemaní, dio testimonio de que confiaba en su Padre Dios. En aquel instante previo a su Pasión, cuando sentía un gran abandono, pidió a sus discípulos que velasen y orasen con Él, pero ellos no fueron capaces de hacerlo.Sin embargo, cuando nosotros somos probados y tentados por el maligno, Él vela y está junto a nosotros. De este modo, sabemos que no estamos solos en el momento de la prueba y la dificultad, sino que estamos recorriendo, junto a Jesús, el camino que Él bendijo con su presencia salvadora.
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